Nosotros

El Carmelo Teresiano, iniciado por Santa Teresa de Jesús sobre la estela de la antigua familia religiosa del Carmelo, cuanta ya con una larga y fecunda historia. Con el tiempo se ha extendido extendido por el mundo y ha asumido formas y estilos diversos, encarnándose en una multiplicidad de culturas.

Declaración carismática.

Nuestra identidad

Ser carmelita descalzo es un modo concreto de vivir la condición humana y la identidad cristiana.

Los tres elementos fundamentales del carisma teresiano son la oración, la fraternidad y la misión. Sin embargo, lo que lo caracteriza verdaderamente es que los tres están intrínsecamente unidos entre sí y no tienen sentido de manera independiente, sino que se necesitan mutuamente.

Declaración carismática.

El carisma teresiano consiste esencialmente en una experiencia de amistad. Si la tradición franciscana habla de la «perfecta alegría», Teresa habla de la «perfecta amistad». «Es muy gran cosa traer siempre la conciencia tan limpia que ninguna cosa os estorbe a pedir a nuestro Señor la perfecta amistad que pide la Esposa» (MC 21). Hemos sido creados por amor y estamos destinados a amar.

oración

Resulta imprescindible la exigencia de soledad y silencio de la vocación contemplativa.

Fraternidad

Si queremos ser carmelitas, debemos antes que nada ser parte de una misma familia.

Misión

La misión del Carmelo Teresiano en la Iglesia es vivir y dar testimonio de la relación de amistad con Dios.

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